Título: No se
aceptan devoluciones
Duración: 115
minutos
Ayer fui al cine a ver esta película que ha tenido un éxito
tremendo (apenas alcance un lugar, todas las salas estaban llenas).
Ya les cuento de qué va la trama:
Valentín (Eugenio Derbez) es un mujeriego de lo peor, el
compromiso le resulta un verdadero trauma porque cuando era niño… digamos que
pocos enfrentaron sus terrores de infancia como tuvo que enfrentarlos él.
Un día después de sus usuales desastres nocturnos alguien
toca a su puerta, Valentín abre y se encuentra con una rubia mal vestida con
una bebe en brazos, esa bebe es su hija, pero justo cuando Valentín alega que
él no quiere hijos ni compromiso alguno la mujer le pide diez dólares para
pagar el taxi; el asunto es que se va a pagar y nunca regresa.
De aquí en adelante seguimos a Valentín y su bebe en busca
de su madre a Estados Unidos y luego, cuando se da cuenta de que se ha
enamorado sin querer de su niña, su posterior lucha en el país vecino para
darle la vida que merece... eso hasta que la madre que los abandono regresa dispuesta a recuperar a su hija.
Si soy sincera al inicio de la película me fue un poco
difícil dejar de ver a Valentín como Eugenio Derbez, había expresiones que no
le creía, sobre todo cuando se ponía melancólico, pero las escenas de comedia
eran para partirse de risa, mi novio y yo nos carcajeábamos con ganas. Sin
embargo a medida que avanzó la trama el drama fue ganando más y más terreno
hasta que se tragó la película por entero, a estas alturas había olvidado por
completo a Derbez y sólo podía pensar en Valentín, termine llorando a su lado,
con el corazón apretado en un final hermoso pero realmente duro.
Yo le otorgo 9/10 Le pondría más por la historia,
pero tuvo unos efectos especiales (Valentín es un doble de cine) bastante
ridículos en varias escenas, sin embargo debo resaltar que ahora entiendo por
qué esta película está teniendo tanto público, no esperes encontrar una comedia
sencilla, tampoco un drama completo, prepárate para el desgarrador amor entre
un padre y una hija a pesar de todos los obstáculos.
Y para
terminar sólo queda decirle a los miedos “Shaaaa, shaaa, atrás lobos”.
Hola, muy buena crónica... también la vi ayer, y acabe con el corazón destrozado y repitiendome que solo era una pelicula, saludos!
ResponderEliminarEntiendo el sentimiento, hacía rato que no lloraba en el cine. Besos.
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