La lección de August

Título: La lección de August

Autor: R.J Palacio

Hay libros que llegan en el momento correcto y hacen click con una etapa de tu vida, esto me ha pasado con “La lección de August”, justo estaba estudiando el padecimiento que él sufre en mi clase de otorrinologia cuando, así sin más, empecé a leer el libro sin saber bien a bien de qué trataba. Darme cuenta que coincidía con lo que estaba estudiando me sorprendió, pero más que eso, me hizo recordar que más allá del paciente que veo hay un ser humano y toda una historia tras él. Esta vez le toca a August, ya les cuento de qué va. 

August es un niño con una deformidad facial, nunca ha ido a la escuela, no realmente por cómo se ve estéticamente si no porque se ha pasado la mitad de su vida internado a causa de las operaciones a las que se ha sometido. Pero ahora, con diez años, es el momento de entrar a la escuela (o por lo menos eso piensa su madre), August no quiere, pero de alguna manera lo convencen para que le de una oportunidad.

La escuela es un instituto privado y tres niños le dan la bienvenida por sugerencia del director, pronto August descubrirá que la escuela es tan maravillosa como amenazadora, que hay amigos verdaderos y gente que busca lastimarlo, que a pesar de su rostro puede que la vida siga corriendo.

El libro está escrito en primera persona y el narrador suele ser diferente en cada capítulo, a ser sincera pensé que eso iba a fastidiarme bastante porque ya estaba llorando a lágrima viva siguiendo a August cuando de pronto empieza a narrar su hermana, pero no, la idea de los múltiples narradores nos deja observar cómo viven las personas alrededor de un niño con semejante problema y nos da todos los puntos de vista acerca de la situación.

 

Yo le otorgo 9/10 creo que es el mejor libro juvenil que he leído este año, me la pase la mitad del tiempo llorando y la otra riendo. La narración es muy sencilla y dinámica así que terminas el libro en un suspiro. Los personajes me han agradado y me he quedado con buenas enseñanzas acerca de la amabilidad y la amistad, así que lo recomiendo ampliamente.

“Si os comportáis con un poco más de amabilidad de lo necesario, alguien, en alguna parte, algún día, quizá reconozca en vosotros, en cada uno de vosotros, la cara de Dios” Señor Brown.